Lectura de Floridi.
“La Ética de la Información”(EI), ha llegado a tener sentidos distintos para las diferentes disciplinas, lo cual produce confusión sobre su naturaleza y alcance.
La EI se ha venido definiendo como el estudio de las cuestiones morales suscitadas por alguna de las tres dimensiones de la información: la información como recurso o el uso de la información; la información como producto o la producción de información y la información como objeto que se refiere a la forma en que interviene en el entorno.
Esta compartimentación da lugar a una microética, que no permite ver el alcance global de la EI.
Se podría considerar el problema como concerniente a una de las tres dimensiones informacionales, pero en general, afecta usuarios, productores y en la configuración del entorno informacional, aunque sea en distinto grado.
Por tanto el modelo recurso-producto-objetivo es claramente insuficiente, ya que se llega a interpretaciones restrictivas de la EI.
Se necesita una perspectiva más global que unificando las tres dimensiones informacionales y contemplando el ciclo completo: creación- distribución- almacenamiento- protección- utilización y posible destrucción, analice todas las entidades involucradas, incluyendo al agente moral como parte del entorno informacional o infosfera.
Debemos avanzar hacia una EI marcadamente ontológica, centrada en el ser.
La naturaleza de la EI desde esta perspectiva ontológica, permite obtener una visión global del ciclo vital completo de la Información Macroética; con lo que se superan los límites de otras perspectivas microéticas, en una ética que se ocupa de todo el campo de lo real.
La EI es una macroética ecológica, orientada hacia el sujeto paciente y ontocéntrica (Floridi, 1999ª). Se pretende desarrollar hacia un sujeto paciente que podría ser un ente cualquiera, cualquier forma de vida, no solo un ser humano.
Se asume que toda forma de vida posee cualidades esenciales o un determinado interés moral y se exige respeto para ella, como hace la Ética Biocéntrica.
La EI mantiene que hay algo más elemental que la vida, que sería el ser- la existencia- y la prosperidad de cualquier entidad en su entorno global; y en la parte negativa hay algo más fundamental que el sufrimiento, que sería la entropía.
El ser/información, posee un valor intrínseco donde involucra a toda entidad informacional, personas, sus interacciones sociales; animales y plantas y su adecuada vida; cuadros, libros, estrellas o piedras que existan, hayan existido o puedan existir, como nuestros ancestros y las antiguas civilizaciones.
La EI es así universal e imparcial y establece límites y exigencias morales en las decisiones y comportamientos éticos. Este principio ontológico de igualdad implica que toda forma de realidad posee un derecho de ser igual pero relativo al modo que corresponda a su naturaleza.
El sistema requiere un nivel de abstracción para interpretar la realidad, conteniendo objetos y procesos de carácter informacional, donde un agente moral, que es un sistema de transición, interactivo, autónomo y adaptativo, puede ejecutar acciones susceptibles de calificación moral (Floridi y Sanders, 2004b).
La posibilidad de tratar a los agentes no humanos como agentes morales facilita la discusión sobre la moralidad, no solo en el contexto del ciberespacio, sino también en el de la biosfera y en concreto, se puede hablar de moralidad distribuida.
El Homo Poeticus (Floridi, 1999b), es un demiurgo que cuida de la realidad para protegerla y hacerla prosperar, avanzando así desde valores individuales a valores globales.
- No debe causarse entropía a la infosfera.
- Se debe evitar la entropía en la infosfera.
- Se debe eliminar la entropía de la infosfera.
- Se debe promover la prosperidad de las entidades informacionales y de toda infosfera, conservando, cultivando y enriqueciendo sus propiedades.
- Son objetos informacionales, no solo noticias.
- Minimalismo metodológico, no reducionismo.
- Aplicable, conceptualista, no aplicada.
- Implementable, no inaplicable.
- Conservación y cultivo, restauración e intervención, no conservacionismo.
- Perspectiva laica, ni espiritual ni religiosa.
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